Hemos estado en la Sala Sanpol viendo una obra de teatro, LA FLAUTA MÁGICA, una adaptación moderna de la música del genial compositor W. Amadeus Mozart, con un montaje lleno de humor, aventuras, colorido y solidaridad entre los seres humanos.
En ella, el príncipe Tamino es perseguido por un
dragón y en la lucha cae desvanecido, pero la repentina aparición de la Reina
de la Noche le salva. En agradecimiento Tamino se compromete a encontrar a la
hija de la reina, cuyo nombre es Pamina y que, según cuenta la reina, ha sido secuestrada
por el terrible Sarastro. Papageno, el pajarero, se ve obligado a acompañarle.
Claro
que él aprovechará el viaje y tratará de encontrar una Papagena que le acompañe el resto de sus días. Tamino y Papageno se enfrentan al cruel Monostatos y tienen que superar una serie de pruebas para poder acceder al templo de la sabiduría, la
razón y la naturaleza.